¡Hola, gente!
Ya se está acabando el
mes de agosto y, con él, muchos de vosotros terminaréis vuestras
vacaciones veraniegas.
¿Cómo lo lleváis?
Espero que bien.
Por mi parte, diré que ha
sido un mes movidito y que por eso, no me he acercado mucho a la
blogosfera. Pero, eso va a cambiar ya. Pues llega septiembre en unos
pocos días.
Hoy, por fin, os traigo la
reseña de Inferno. Un libro que, la verdad sea dicha, empecé con
mucha ilusión, pero que poco a poco fue desapareciendo.
Allá vamos.

“Dan Brown vuelve a los
misterios históricos con su personaje favorito, el profesor de
simbología Robert Langdon, con la novela Inferno, inspirada en
La Divina Comedia de Dante”
- rezaban todos los carteles publicitarios expuestos en primera plana
de todas las librerías en las que entraba.
Si
eres seguidor del escritor y te gustan sus libros anteriores, tú ves
estos flamantes carteles con las palabras del párrafo de arriba y la
portada grandísima a todo color y te emocionas. Dices: ¡Ala! Dan
Brown escribiendo sobre... ¡¿“La Divina Comedia”?! ¡Es un tema
interesantísimo! (Sí, porque a mí, La
Divina Comedia
de Dante me gusta mucho y sabía que el libro, y en concreto la
primera parte, llamada INFERNO, está repleta de simbología).
Pues
bien. Todo presagiaba una buena trama en la que el señor Robert
Langdon buscaría símbolos a través de Dante, su vida y su obra
para desentrañar algún caso raro, de esos que él siempre
investiga.
Y
así es.
La
novela tiene todo lo que cualquier seguidor de Brown sabe que se va a
encontrar:
Datos
que sorprenden, curiosidades que ni imaginabas que podían existir,
descripciones rápidas, dinámicas y claras... etc, etc.
¿Todas
estas cosas las puedes encontrar en
Inferno?
Sí.
Pero, esta vez, yo no he encontrado algo que hace que los libros de
Bronw me gusten tanto. Me refiero a eso que llamamos “ritmo
narrativo”.
Para
mi gusto, en una de las cosas que falla la historia, es en esto
último. La lectura es muy espesa. Se me ha hecho extrañamente
lenta, tratándose de un libro de Dan Brown, el cual, normalmente,
hace que la lectura sea rápida y amena.
Lo
siento. Pero esta vez, para mí, no lo ha sido. Quizá, la culpa la
ha tenido el calor y todas esas circunstancias estivales.
Bueno,
ya me diréis vosotros, amigos de BookCyFeR.
Si
eso fuera todo, podría haberlo dejado pasar y tirarle la culpa de
que el libro no me guste tanto como los anteriores a mi estado de
ánimo. Pero, si lo piensas bien, antes os he dicho que tenía muchas
ganas de leer este libro. Tenía ilusión. Así que, el estado de
ánimo no va a ser.
La
cosa, es que... Don Robert se despierta en un hospital de Florencia
desorientado, sin saber por qué está en Italia, en un hospital y
sin recordar nada.
Es
entonces, cuando una enfermera, que será su acompañante durante el
resto de la novela, le dice que está en el hospital porque ha
recibido un tiro superficial en la cabeza hace dos días (No recuerdo
bien si es hace un día o dos).
Total,
que el hombre está ahí, postrado en su cama italiana de hospital
italiano sin recordar nada de nada. De repente, entra una mujer con
el pelo de punta y vestida de negro en el pasillo del hospital y se
lía a tiros con todo bicho viviente. Es entonces, cuando la
enfermera
le dice a Don Robert que tiene que huir del hospital.
Es
así como empieza el libro. Y a mí... perdonad que lo diga así,
pero, a mí me jode soberanamente que Inferno empiece de esta forma.
Porque, vamos a ver. Si a alguien le pegan un tiro en la cabeza, por
muy superficial que sea, ¡¡lo más normal es que te quedes en
coma!!. ¿¿¿¿¿¿¿NO????????.
Vale,
que sí. Demos la razón por un momento a Dan Brown y digamos todos
juntos y a la de tres: Don Dani, aceptamos tiro en la cabeza sin nada
de quedarse en coma. Porque en improbables y raros casos puede pasar.
Y
ahora que hemos aceptado todos esto, señor Dani Marrón, dígame
usted, si es tan amable, cómo es posible, que alguien que ha
recibido un tiro en la cabeza, por muy superficial que sea, y con
toda la suerte del mundo de no quedar en coma, ese hombre puede
iniciar una huida aunque sea hacia el WC de la habitación de
hospital. A ver. Que ese hombre necesita goteros, calmantes, porque
recordemos que es que, un tiro en la cabeza, y repito y todos lo
haréis conmigo a la de tres.... (Una, dos y tres), ¡¡¡todos a
coro!!!!!. Un tiro en la cabeza, por muy superficial que sea, y con
toda la suerte de no quedarse en coma, a ese hombre, un tiro de esos
le duele mucho. Así,
que ya me contarás, señor Dani Marrón, cómo es posible que ese
hombre vaya a descifrar cositas
por toda Italia.
Nota:
6
Como
veis, queridos amigos de BookCyFeR, he vuelto con esta crítica, que
no es muy positiva, a pesar de que antes de empezar a leer el libro,
creía que sí que lo sería.
¿Vosotros
que pensáis de Inferno?