Todos mis libros, cuentos bajo la lluvia y BookCyFeR en la presentación y firma de Circo Máximo

Érase una vez tres administradores de tres blogs literarios que decidieron ir al bibliocafé, que es un lugar donde puedes tomar un café, comprar un libro, y además, que el autor te lo firme.

Martes, 10 de Septiembre.

!7:00

Allí estábamos mi hermano Dani y yo, saliendo del metro y comprobando que habíamos escogido la salida contraria a la que debíamos haber elegido, (como siempre), para llegar lo más rápidamente posible al lugar donde, a las 19:30, Santiago posteguillo presentaría y firmaría su última novela. “Circo Máximo” (continuación de “Los Asesinos Del Emperador”).

El caso es que igual llegamos un poco pronto – pensé, pero no dije en voz alta, ya que si lo hacía, era muy posible que mi hermano invocara a toda la corte infernal que se le ocurriera en ese momento.

Tengo que decir que mi hermano es muy bueno y, normalmente, no le entran ganas de invocar a todo el personal del infierno. Eso sí. No le toques la huevada, porque entonces, todo el imperio maligno caerá sobre ti. Jajajaja.

El párrafo anterior no es verdad. ¿O sí? ¡Que no!. A lo sumo te puedes llevar un señor guitarrazo al llegar a casa.

Bueno, sigo narrando la aventura.

Entramos en el bibliocafé, y yo, que iba con la idea de que esa tarde no iba a comprar ningún libro, lo primero que hice fue acercarme a donde estaba expuesto Circo Máximo y comprarlo. Bueno, eso no es del todo así. Lo primero que hice fue pensar que lo compraría, pero esperaría a que llegara Isabel, (Todos Mis Libros), para hacerlo delante de ella, y así, ella lo compraría también.

Sí, soy un poquito cabrón, lo reconozco. Pero, ¿de dónde creéis que me viene lo de BookCyFeR? Viene de LuCyFeR, que es con el sobrenombre que me conocía la gente antes de tener un blog. ¿Y que hace LuCyFeR? Pues, TENTAR.

18:00 H. (Más o menos)

Este es el momento en que la puerta del local se abre para dejar paso a una flamante y guapísima Isabel, la cual, llegaba con una inmensa sonrisa en la cara.

-Mira. Ahí llega Isa-dijo mi hermano, absorto hasta ese momento en su café calentito y su gran muffin de chocolate.

Nos giramos hacia la puerta y todo se ralentizó. (Recurso cinematográfico)

Allí estaba ella. Entrando a cámara lenta, mientras a cada paso que daba, una sonrisa aparecía en su rostro. Su pelo suelto flotaba al viento, la sonrisa se ensanchaba aún más. Ya no sólo era la sonrisa que la boca dibujaba en la cara, sino la de su mirada. Porque, ella sonríe con los ojos, amigos. Además, también puede que al leer esta descripción de su llegada se esté poniendo roja. Jajajaja.

El caso es que, Isa llegó hasta nosotros.

-¡Hola!-dijimos mi hermano y yo.

-¡Holaaaaaaa!-contestó ella.

Se sentó con nosotros y dijimos todos a la vez:

-¿Qué tal?

A lo que mi hermano respondió:

-Ocupados.

Y es verdad. Este verano hemos estado muy ocupados y ella lo sabe.

Unas pocas risas después, fue cuando Isa decidió levantarse, ir hacia la barra y pedir su consumición. Y también el mio para levantarme de la silla, coger el libro y pasar por delante de ella hacia la caja para pagar el libro, no sin asegurarme de que ella viera claramente lo que yo hacía.

-¿Te lo vas a comprar?-preguntó Isa cuando me situé a su lado en la barra un momento.

-Sí – afirmé- Ahora vengo.

Me dirigí a pagar, y antes de hacerlo, Isa ya estaba también con el libro en las manos. (Que bueno soy, oye). O Quizás no tanto. Porque a lo mejor, ella si que iba desde un principio dispuesta a comprarlo.

Pues eso, que estábamos los dos en la caja, cuando de repente nos vemos al escritor firmando antes de la presentación en sí, en un rinconcito apartado de la librería.

-¿Lo saludamos?-dijo Isa mientras yo pagaba mi libro.

-Vale.

-¿Y le decimos ahora lo del saludo a los seguidores de los blogs?

-No. Se lo decimos después en la firma de verdad, porque así no se negará a hacerlo delante de tanta gente- contesté yo.

-Así, de sopetón.

-Así, de sopetón – repetí sonriendo.

-¿Y nos lo firma después?

-Después-seguía sonriendo pícaramente.

Como veo que me estoy extendiendo mucho no os contaré todo el proceso de cobro del libro que por otra parte, vosotros ya sabéis cómo va. Es algo cotidiano.

Nada más pagar nuestras adquisiciones nos acercamos a saludar a Posteguillo, el cual esgrimía un bolígrafo mientras le decíamos:

-Hola, nos queríamos...-empezó a decir Isabel.

-¿Queréis que os firme el libro ya?

-No, después-contestamos Isa y yo al unísono

-Ah, vale. Pues después-dijo

-queríamos acercarnos a saludarle-dijo Isa- Un placer conocerle.

Le dimos la mano y volvimos a la mesa pensando si nos daría un saludo para vosotros o no, como podréis ver en el making off que también hicimos.

Mientras comentábamos la jugada y nos preguntabamos si Liena (Cuentos bajo la lluvia), vendría o no, Liena apareció sin que yo me diera cuenta.

-¡Hola!- saludaron Dani e Isa.

-Ay, ¡hola!-dije yo, que en ese momento estaba despistado- ¿Qué tal?

-Bien, aquí estamos-respondió Liena.

Besos por aquí, besos por allá.

Es un encanto de chica. Vosotros lo sabéis. Pero yo tengo la suerte de conocerla en persona, y os aseguro que, si es un encanto desde el pc, lo es más cara a cara.

Como llegó Liena, Isabel se apresuró a apuntar el nombre del blog Cuentos bajo la lluvia en la sagrada servilleta donde le escribimos a Posteguillo los nombres de “Todos mis libros” y “BookCyFeR” y nos reimos un poquito con un libro que Liena le trajo a Isa.

Todo esto lo veréis en el Making off. Y también el Cómo no estabamos seguros de que posteguillo, que resultó ser muy simpático, nos diera el saludo para vosotros.

Y firmó. Posó y saludó.

Todo ello, antes de la presentación del libro. Que no suele ser lo habitual.
 

Os dejo con el saludo que os manda Posteguillo.

Y cómo no, con el Making off.

Y ahora,
El Making off