Reseña: Cómo Matar A Una Ninfa

¡Hola, gente! ¡Ya estoy aquí de nuevo con otra reseña!

En esta ocasión, le toca el turno a “Cómo Matar A Una Ninfa”, de Clara Peñalver.

Como ya sabéis, el pasado cinco de octubre fue un día especial para mí, ya que, acompañado de mis amigas de los blogs “Todos mis libros” y “Stríndice” acudí a la presentación y firma de “Cómo Matar A Una Ninfa”.

Pues bien, de él vamos a hablar hoy.

¡Allá vamos!

Ada Levy es una joven reportera que recorre el país a lomos de su moto para documentar sus viajes, que después, son publicados en una reputada revista llamada Moter@s. Pero, este no es su único trabajo. Cuando Ada no está de viaje se dedica a hacer seguimientos fáciles a personas que están siendo investigadas por Enrico, un detective amigo de Ada.

Es una vida más o menos normal. Pero la tranquilidad de Ada no será tal cuando Enrico le pida que trabaje con él en un caso algo más complicado de lo que suele hacer la motera. Un caso “De verdad”.

Es entonces cuando Ada investigará el secuestro de una joven modelo italiana, en el que todas las pistas apuntan a un peligroso psicópata que ha emprendido una particular caza de brujas en pleno siglo XXI.

Durante la investigación, Ada se verá inmersa en una turbulenta historia en la que se entretejen el amor, la muerte, la fantasía y la locura.

Lo primero que quiero destacar de “Cómo Matar A Una Ninfa”, además de la trama, es a los personajes y su evolución en la historia, tanto en la trama como personalmente. Ya que, todo lo que ocurre en el libro tiene su efecto sobre ellos.

Clara peñalver ha conseguido crear un mundo entero, y bien definido, donde situar a Ada Levy y todas las personas y situaciones que la rodean. Es un mundo nítido, claro e intenso, donde Clara consigue que te sumerjas y profundices, ya no sólo en lo que se refiere a la historia en sí, sino en tu mente. Consiguiendo así, que tú mismo te preguntes : ¿Yo que haría en esta situación?

¿Cómo se consigue esto? Yo no lo sé. Habrá que preguntarle a ella.

Lo que sí que puedo decir es que, la historia es creíble y cercana. Tanto como que, en cuanto te sumerges en el libro, todo lo que te rodea se desvanece y, de repente, ya no estás en tu casa leyendo. Estás al lado de Ada y sus amigos. Si Ada está tomando café, tú hueles el café. Si Ada está en la moto, Tú vas con ella de paquete sintiendo la velocidad. Hasta tal punto, que como empiezas leyendo, apareces en la moto sin casco y tienes la sensación de que Ada se te va a girar, parar la moto en seco, bajarse y gritarte:

-¿Qué coño haces en una moto sin casco, puto descerebrado?

Y al igual que puedes llegar a sentir eso, puedes, como no, conocer a sus amigos.

ADA: Es una mujer frágil por dentro y fuerte por fuera.

Le apasionan las motos y ha descubierto la música Jazz.

Más allá de la trama principal, no tiene muy claro que eso de enamorarse sea algo para ella.

ENRICO: Jefe y amigo de Ada.

Tiene un restaurante llamado “La Napolitana”. En su interior, una de las habitaciones del restaurante le sirve como despacho, en el cual recibe a los clientes que lo contratan como detective.

Tiene un secreto del que jamás habla con nadie.

NICO: Personaje con el cual Ada ha mantenido una relación tormentosa, y por el cual, Clara Peñalver muestra uno de los grandes problemas de la sociedad actual.

A mí este tío me cae muy mal, pero está bien construido (como todos), y es clave para entender algunas reacciones de Ada.

FLOR: Es vecina y amiga de Ada.

Esa vecina que todos quisiéramos tener. (ya lo veréis)

MARÍA: Modelo que ha sido secuestrada y a la que nuestra protagonista tiene que encontrar sea como sea.

CLEMENTE: Es un pez negro y feo. Regalo de la madre de Ada.

Allí está él. Tranquilo en su pecera, observándolo todo y esperando que Ada le de de comer.

Quizás sea ese recipiente que Clara Peñalver a puesto en la historia para que sea tu espíritu el que ocupe al pez cuando estás leyendo y de repente te ves en el mismo sitio que la protagonista. Desde Clemente puedes verla, oler el café y ser partícipe de lo que pasa por las mañanas en casa de Ada sin interferir en la historia.

Hay más personajes, claro. Pero creo que será mejor que los descubráis vosotros. Yo voy a seguir hablando del libro.

En cuanto al caso Que investiga Ada

Como comprenderéis, no voy a desvelaros nada. Sí que os diré que el caso comienza con la desaparición de María. Una modelo de origen italiano, que por sus anteriores escapadas no se sabe muy bien si ha sido secuestrada o simplemente, se ha ido por su propio pie.

Por supuesto, María, esta vez, no se ha ido voluntariamente.

Y aquí, señoras y señores, Clara vuelve a sorprender con su imaginación y maestría.

¿Quién tiene a María? ¿Seguirá viva? Y sobre todo, ¿Por qué la han secuestrado? ¿Cual es la motivación del crimen?

La trama es una montaña rusa bien construida. El sobresalto y la duda no te abandonarán hasta que no concluya el libro. Y sí, hay momentos de distensión conseguidos por algunas de las cosas que dice o hace Ada, que consiguen que te rías bien a gusto.

Anexo

Más allá de lo que es la historia está la creación de esta.

Este es un libro que incorpora banda sonora. ¡No! ¡No busquéis el CD en las solapas del libro!

Digo lo de la banda sonora porque la misma Clara peñalver, antes de empezar a narrarnos “Cómo matar a una ninfa”, escribe que ella ha escrito este libro con música jazz de fondo y recomienda que, si puedes, leas el libro escuchando a gente como Miles Davis, Jimmi Dorsey, Sran Guez o Bud Powell.

Y es cierto que, siguiendo su recomendación, he podido captar aún mejor el alma de esta novela.

Cada canción es un capítulo, cada capítulo va acompañado de un artista de la música Jazz. Y se nota. Así que, os recomiendo que si queréis, hagáis lo mismo que yo y probéis a leer “Cómo Matar A Una Ninfa” acompañados de Jazz.

Como músico que soy, puedo decir que Clara Peñalver me ha enseñado en este libro, a parte de su evolución como escritora, que se puede escribir una obra musical completa y compleja sin necesidad de rellenar con notas musicales ni un sólo pentagrama. Porque, “Cómo matar a una ninfa” es eso. La primera obra musical escrita solamente con letras y sin ningún pentagrama.

Mi más sincera enhorabuena a Clara Peñalver.