lunes, 1 de diciembre de 2014

El Por Qué De Mi Ausencia: Días Perros.

Hola, gente!

Esta entrada es para explicar mi ausencia del mundo bloguer de los últimos dos meses.

Algunos, los que me tenéis agregado al Facebook, sabéis el motivo. No así los que sólo sabéis de mí por este medio.

La cosa empezó, o más bien me di cuenta de lo que pasaba, hace dos meses.

Era un sábado por la tarde como otra cualquiera. Comí en familia, tomamos café reímos y a las cinco de la tarde mi grupo de música, Silves3, empezamos a ensayar. Todo de lo más normal, Mucho trabajo y mucho cachondeo a partes iguales.

Cuando acabamos de tocar, salimos de la habitación, porque tenemos la suerte de poder ensayar en mi casa, ya que los vecinos, o más bien, la mayoría de ellos, nos conocen desde que éramos pequeños, no se quejan. Es más, les gusta oírnos ensayar.

Pues bien. Como hacemos siempre después de tocar, nos preparamos un café, nos lo tomamos y al ir hacia la puerta de la calle, vemos que mi perra Tess está tumbada en el recibidor lamiéndose sin parar. Lo raro fue que no se levantó a saludarnos como es su costumbre, sino que siguió así como estaba, lamiéndose la tripa. Sólo que no era la tripa. Era un bulto bastante grande que, sin previo aviso, le había salido de un día para otro. Aquel bulto era grande pero, lamentablemente, no lo suficiente, según decidió el cuerpo de Tess, Ya que, a los dos días aquella cosa creció el doble.

Como podréis imaginar, la llevé al veterinario de cabeza.

Esto fue lo que pasó.

Esa tarde no hacía frío y, por suerte, tampoco apretaba el calor. Una brisa, más o menos refrescante, acompañó los pasos que dábamos mi perra y yo camino de la clínica veterinaria.

Al llegar, miré la puerta que daba acceso al local, no sin cierto temor. Para qué engañarnos. Y la puerta se abrió con aquel sonido mecánico que indicaba que alguien, desde el mostrador situado en el vestíbulo de la consulta, accionaba el mecanismo para que pudiéramos pasar.

Una vez en el interior del vestíbulo me senté agarrando la correa de Tess mientras la acariciaba y le susurraba un “No te preocupes cariño. Seguro que no es nada”, que intentaba sonar convincente. Siendo sincero, a día de hoy, no sé si conseguí o no sonar seguro. Así que la abracé, le sonreí y le besé la cabeza.

Al rato, nos hicieron pasar a la habitación donde atendieron a la perra.
Un tubo fluorescente iluminaba el cuarto que, entre cuatro paredes vestidas por azulejos de color verde claro albergaba una mesa alta con patas de hierro coronada por una fría e impersonal plancha de acero donde, como era de esperar, subieron a Tess, que, asustada como estaba, luchaba por salir de allí.

Una vez la perra estuvo encima de aquella mesa, el veterinario miró el bulto, lo fotografió con su teléfono de última generación y le tomó la temperatura mientras yo trataba de tranquilizar a Tess.

Cuando el veterinario retiró y miró el termómetro habló:

-Tu perra no es que tenga un bulto que parece un tumor. Tampoco es que tenga fiebre. Es que se va a MORIR de la fiebre. -dijo de malos modos.

-Pero... -acerté a decir pugnando porque no asomara ni una lágrima a mis ojos.

-Respecto al bulto, tiene toda la pinta de ser un tumor- sentenció -. No te lo puedo asegurar. Habría que hacerle pruebas. Una biopsia, un análisis y actuar en consecuencia. Además, ese bulto está apunto de reventar.

No se si fue así o no. Pero, creo que el veterinario me miraba hasta con odio.

Siguió hablando:

-¿Por qué no me la has traído antes?

-Porque era sábado por la tarde cuando vimos el bulto por primera vez. Hoy es lunes por la tarde-respondí-. Además, señor, que, a parte de que usted los domingos cierra, yo no he cobrado aún. He tenido que sacar el dinero de debajo de las piedras para poder pagarle.

-Pues, que sepas que ahora te va a costar mucho más dinero-dijo el cab... caballero.

-Pero si nos dimos cuenta a las ocho y media de la tarde, más o menos, ¿para que iba a venir? ¿Para encontrarme con la persiana cerrada?- dije ya alzando un poco la voz.

Sé que no debe uno perder los nervios nunca, pero estoy seguro que entenderéis por qué alcé la voz algo más de lo debido. Tampoco es que le gritara. Pero vamos... poco faltó.

Total, que el hombre, le receta a mi perra unas pastillas después de una consulta de no más de diez minutos y dice:

-Dale esto una vez al día. En tres días vuelves. SON 90 Euros.

Pagué y salí de allí con mi perra. Sintiéndome como una autentica mierda. Preocupado como ya estaba, con la noticia de que mi perra iba a morirse sino de fiebre del bulto que (Iba a reventar).

Cuando llegué a casa, comenté lo que me había pasado y, claro está, pusieron el grito en el cielo.

Al día siguiente puse en mi estado de Facebook que lamentaba decir esto, pero que dejaba las redes sociales y de entrar en el blog porque mi perra necesitaba toda mi atención y que, sinceramente, tampoco me apetecía escribir.

Bien. Mi estado de Facebook fue leído por dos grandes amigas, que son, precisamente las que me trajeron a Tess a casa de la protectora donde la adopté días después de acogerla en casa.

Ellas abrieron el cielo para mí, cuando, minutos después de haber publicado el estado en face me llamaron por teléfono y me dijeron:

-Conocemos a un veterinario muy bueno. Lo único es que está en Enguera (Un pueblo de Valencia).-me dijiron-. Si tú quieres, nos acercamos con el coche y te llevamos a que te den una segunda opinión.

Les conté entonces lo que pasó con el veterinario del barrio el día anterior y lo que me había hecho pagar.

Ellas respondieron que no me preocupara por eso y allá nos fuimos a Enguera.

En esta nueva clínica veterinaria, miraron a Tess muy bien, me dieron los medicamentos que hacían falta, le hicieron análisis y me explicaron muy bien lo que le pasaba a la perra, que significaba aquello de “Este bulto está a punto de reventar” y me calmaron, además de darme fecha por si decidía operar a la perra (Que era lo que necesitaba el animal).

Así pues, el día acordado nos presentamos en la clínica veterinaria de Enguera.

Entramos los primeros a consulta y prepararon a Tess para la intervención quirúrgica.

Le pusieron un tranquilizante y el anestésico. Me dejaron quedarme con Tess hasta que se durmió apoyada en mí y se la llevaron a operar el bulto, que dicho sea de paso, reventó el día antes de la operación.

Lo de reventar es, simplemente, que la piel no aguanta más el peso del bulto (que ya estaba confirmado. Era un tumor grandísimo), y se hace un pequeño agujero.

Aquel tumor se estaba comiendo a mi perra por dentro. La estaba dejando sin fuerzas, flaca, sin nutrientes.

Durante la operación, yo no tenía muy claro que Tess sobreviviera. Parecía que ya no tenía fuerzas. Aquel tumor podía llevársela de mi lado.

Cuando por fin pude ver a Tess, después de la operación, estaba aún medio sedada. Entramos mis dos amigas y yo. Acariciamos a Tess mientras hablábamos con el veterinario y nos decía que todo había salido bien.

Cuando el veterinario terminó de hablarnos, que, por cierto, se llama Miguel, una de mis amigas empezó a decir Tess! ¿Cómo estás, guapa? Y lo mismo la otra amiga. La perra, pobrecita mía, la miraba y ya está pero cuando yo le dije: Tess!!! Te vas a poner bien!!!
La perra, mas anestesiada que otra cosa dio un brinco y empezó a mover el rabo. Poco, eso sí. Estaba cansada.



Han pasado muchos días desde entonces y, tras una temporada de recuperación, Tess está estupenda. Más fuerte y simpática que nunca.

Han pasado muchas otras cosas. Cosas como enterarse y ver que un amigo, que creía que era de una forma, resulta ser más Imbécil y repulsivo que chucky, el muñeco diabólico. Pero, esa ya es otra historia.


Espero que entendáis el por qué de mi ausencia y también por qué lo he pasado tan mal.

Bueno, chicos, chicas. Blogueros todos.

He vuelto!!!!!!






20 comentarios:

  1. Bienvenido Jose. Tess es una preciosidad, la comía a besos; me alegro muchísimo de que esté recuperada. Hay veterinarios que aman a los animales y hay veterinarios imbéciles (o demasiado espabilaos) sin un ápice de sensibilidad.
    Comprendo lo mal que lo has pasado. Yo también llevo unos cuantos meses con mi gato (diabético) en danza. Por fin, después de mucho batallar y pinchándole dos veces al día, estamos empezando a notar una mejoría que, el pobre, apenas si podía caminar hace tan solo unas semanas.
    En fin, que me alegro un montón por ti y, sobre todo por Tess.
    Un beso para cada uno.

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  2. Hola, Nena!!!
    Es un gusto volver a leerte. Os echaba de menos.
    Espero que tu gato estabilice la glucosa pronto y que todo vuelva a la normalidad.
    Te dedro toda la suerte del mundo a ti y a tu gato!
    Besos!!!

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  3. ¡Genial verte por aquí de nuevo! Ayns, malos ratos..
    Me alegro muchísimo de que Tess esté recuperada :) Es una preciosidad <3 si es que se les quiere y se sufre mucho por ellos.
    Qué malnacido, como poco, el primer veterinario y se queda tan pancho oiga. Estas cosas pueden conmigo, poca sensibilidad y profesionalidad, desde luego hay gente que no se merece el trabajo que tienen.
    Olé esas amigas que habrán sido un apoyo enorme para ti y por supuesto para Tess, esas personas sí que merecen la pena en tu vida (ya pasando un poco por el otro tema que comentas...).
    Lo dicho, me alegro muchísimo de que todo haya salido bien de verdad.
    Besos!

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    1. Hola, AnaLa!!
      Para mí también es una alegría volver a estar aquí, con todos vosotros. Por fortuna Tess está tremenda!!!
      Gracias por tus palabras.
      Besos!!! Mañana me paso por los blogs!!!

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  4. Hola Bookcy! Me alegro mucho de verte de nuevo por estos lares, pero de lo que más me alegro es que Tess esté ya recuperada. Se pasa tan mal cuándo no están bien, y encima si te encuentras un veterinario como ese, pues ya ni te cuento. Menos mal que al final encontraste otro como Dios manda, y se pudo solucionar todo, que es lo importante :)
    Besos!!

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    1. Hola, Laura!!!
      La verdad es que todo está bien ya,
      Me alegro tanto de volver y leeros!!!
      Besazos!!!

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  5. Hola BookCyFeR.

    Me alegro que estés de vuelta y de que Tess este bien. Tuviste suerte de que tus amigas corrieran a tu rescate.

    Nos seguimos leyendo.

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    1. Hola, Godor!
      la alegría es mútua.
      Y sí. Tuve muuucha suerte. Y que lo digas.
      Un abrazo!

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  6. Hola Bookcufer:
    Ya sabía lo de Tess,cuanto me alegro de que este mejor y tu estes de vuelta,besotes

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  7. Hola :D
    Decirte que me alegra muchísimo que Tess esté bien, y como consecuencia, tu también lo estés. Ya han pasado los malos tragos así que a disfrutar de ella <3

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  8. Me alegro un montón de volverte a ver por aquí (aunque siga tus movimientos en face! jijiji) pero más de saber que la historia tuvo un super final feliz. Tess es preciosa!
    Me ha encantado leer la historia y me he emocionado mucho. Cuida esos dos tesoros de amistades que te han ayudado en esta situación porque valen un mundo! Que coraje me ha dado leer lo del primer vete, qué asco, y encima qué carero!!!!!!
    Muchos mimitos para Tess de mi parte!

    PD me has intrigado con la historia del amigo-imbécil, espero la cuentes algún día!!! (sí, soy una cotilla!)

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  9. Pues bienvenido, Jose. Me alegro de que todo lo de Tess quedara en un susto, muy gordo, pero ya solucionado. Besos para ambos.

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  10. Madre mía, qué disgusto más grande te habrás llevado! Y qué "sensible" el primer veterinario, menos mal que el segundo fue mucho más resolutivo! Yo también estoy muy apegada a mis perras y entiendo perfectamente lo mal que lo has pasado: menos mal que Tess ya está mejor. 1beso!

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  11. Un gustazo tenerte de vuelta (se te echa de menos cuando te ausentas de la blogosfera) y una alegría saber que, a pesar del susto, todo ha salido bien para Tess.

    Un besazo guapetón!

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  12. Cuánto me alegro de que todo acabara genial¡¡ un abrazo fuerte y seguimos por aquí¡¡¡¡ Saludos Tessss

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  13. Pedazo de dramón! Siento mucho lo mal que lo habéis pasado, pero mira tú que la buena gente te ha ayudado, me alegro mucho!!
    Besotes de apoyo.

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  14. Desgraciadamente, en la profesión veterinaria hay profesionales de todo tipo, como en cualquier otra. Pero no voy a molestarme en comentar lo que opino de las formas del primer veterinario que la vio, sólo espero que no pises nunca más esa consulta :)
    Lo importante es que ella está bien, está con vosotros, y vuelve a estar sana. Lo demás... bueno, que quede como una anécdota ^^

    Un besote!!

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  15. Buff mira que el primer veterinario...yo hubiera perdido mucho más los nervios, pero lo importante es que ahora está mucho mejor y sana! me alegro muchísimo que me imagino lo mal que lo habrás pasado, que pienso en mis perrines y me da algo.
    Lo del amigo...lo siento mucho pero si realmente es así...aunque duela, mejor haberte dado cuenta antes que más tarde.
    Un abrazo!

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  16. Me alegro muchísimo que todo haya salido bien con Tess. La verdad que a veces hay veterinarios que te dan ganas de no volver a pasar por allí.

    Ánimo y a cuidarla que lo pero ya ha pasado ;)

    Un besiño

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  17. No sabes lo que me alegro. Ahora a disfrutar de achuchones y besos a Tess y de vez en cuando a la familia también ;-)

    Un saludo. y Feliz Navidad.

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